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Miércoles, 28 de diciembre de 2022
El design thinking es una metodología creativa de desarrollo de proyectos. ¿Has oído hablar de ella? En este artículo descubrirás esta moderna metodología, que ha llegado para quedarse. Conocerás más sobre las fases en las que se fundamenta, así como los beneficios que aportan a los alumnos durante su proceso de aprendizaje.
¿Has oído hablar del design thinking? En este artículo descubrirás esta moderna metodología, importada del mundo diseño, que ha llegado a la educación para quedarse. ¡Quédate, te lo contamos todo!
El design thinking es una metodología creativa de desarrollo de proyectos. Centrada en las necesidades de los usuarios, pone el foco en una gestión ágil, colaborativa y rápida. Se trata de una base sólida sobre la que solucionar retos, proponer mejoras e innovar. El design thinking, en ocasiones también traducido como pensamiento de diseño, implica proactividad. Su principal propósito es alcanzar nuevas soluciones a requisitos concretos, generando así un impacto positivo.
A pesar de que el uso de este término nació a finales de los años 2000 de la mano de los profesores de la Universidad de Stanford David Kelley y Tim Brown, la metodología se fundamenta en la suma de las aportaciones de muchos profesionales adelantados a su tiempo. El design thinking tiene claras influencias de la Bauhaus y el diseño nórdico. Por tanto, cuenta con principios sólidos utilizados desde hace más de 100 años.
Conocer las fases del proceso de design thinking es de utilidad para activar el pensamiento creativo. ¡Todas ellas tienen un fuerte componente de trabajo en equipo!
Es necesario comenzar comprendiendo las necesidades que se buscan solventar de forma profunda. Es fundamental entender a la perfección los requisitos.
Esta etapa consiste en filtrar la información recabada anteriormente y seleccionar la que verdaderamente aporte valor. Se persigue identificar los problemas nucleares.
Es el momento de crear el mayor número de ideas y alternativas para ofrecer soluciones. Consiste en ir más allá de lo obvio.
Aterrizamos esas ideas a un plano tangible. Es por ello por lo que en esta etapa se construyen prototipos, colaborando así a visualizar el proyecto como un todo.
Se comparten los prototipos con los usuarios interesados. En esta fase de evaluación, se analiza detalladamente los resultados obtenidos y se establecen acciones de perfeccionamiento.
En el ámbito educativo esta metodología también tiene una aplicación muy significativa. A través del design thinking, los alumnos aprenden a desenvolverse ante los desafíos diarios que se presentan durante el proceso de aprendizaje. Lo que resulta esencial para momentos posteriores, en el entorno laboral.
Desarrollar una actitud positiva hacia la solución de problemas con una perspectiva analítica es clave. Mediante la cooperación y el respeto por las ideas de los demás, el trabajo en grupo forma parte de la integración del design thinking en educación. El rol de los docentes se sitúa un paso más allá a la transmisión de conocimientos. Mentorizados y guiados en todo momento por los docentes, es un aprendizaje orientado a la acción, a la puesta en práctica de los conocimientos.
De este modo, se estimula la participación activa y el compromiso de la comunidad educativa. Se consigue así una mayor autonomía y la incorporación del pensamiento crítico y creativo. El alumno se ubica en el centro del aprendizaje y es por ello por lo que, desde una perspectiva flexible, interactúan con sus compañeros y descubren nuevos horizontes.
La innovación en educación es crucial para que los alumnos aprendan mejor; en definitiva, para que asimilen y sean capaces de aplicar los conocimientos. Estas competencias tienen un papel importante en todas las áreas de estudio y, en especial, recibe especial atención en la formación como Tecnólogo español en Gestión de la Producción y Realización de Audiovisuales y Espectáculos.
Como decíamos, en todo este proceso, los alumnos se convierten en los protagonistas de su propio aprendizaje. Avanzan con sus propias herramientas y combinan diferentes fuentes de conocimiento. ¡Estas son otras de las acciones que se potencian!
El design thinking está integrado en el Método UNIVERSAE. Se inserta perfectamente en nuestro modelo de aprendizaje disruptivo, que incluye la última tecnología para despertar el dinamismo entre los alumnos. Nuestro equipo docente implementa esta metodología de forma interna, con el objetivo de agilizar procesos pedagógicos. Además, el design thinking se emplea orientado a conocer al alumnado, detectando sus fortalezas y debilidades individuales. En UNIVERSAE formamos a alumnos capaces de adaptarse al cambio potenciando su confianza creativa.
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