Prevención de riesgos laborales o PRL

La prevención es la mejor forma de evitar incidentes o de disminuir sus posibles consecuencias. ¡Puede parecer obvio, pero la realidad es que muchas veces se pasa por alto! En concreto, el conjunto de acciones que se desarrolla en el ámbito profesional para evitar cualquier percance dentro del lugar de trabajo se conoce por ‘prevención de riesgos laborales’ o por sus siglas PRL. Son todas aquellas medidas que se toman con el objetivo de anticiparse a cualquier daño físico o psicológico, ocasionado por los peligros existentes de un puesto de trabajo. De esta forma, se busca garantizar la seguridad, la salud y el bienestar de los trabajadores en su actividad profesional. A través de una serie de normativas, el principal propósito es el de preservar la integridad física y mental de los que contribuyen al funcionamiento de cualquier tipo de entidad.

El enfoque proactivo de la prevención de riesgos laborales consigue que la anticipación sea un instrumento esencial con el que crear un entorno seguro. El concepto de riesgo, en este contexto, destaca principalmente por su carácter evitable. La prevención se presenta como un sistema de protección social con el que se contribuye no solo a la productividad, sino también a la satisfacción laboral y la conservación del talento.

¡Es importante conocer cuáles son los tipos de riesgos laborales! La capacitación es clave en PRL, por lo que todos los trabajadores tengan las habilidades necesarias para identificarlos y controlar los riesgos es imprescindible. Fórmate como Tecnólogo español en Gestión de Finanzas y Asistencia a la Dirección para especializarte en este sector. ¡Sigue leyendo, te contamos más detalles!

Es deber de todas las entidades aplicar medidas que integren la prevención de riesgos laborales. Incorporarlas en la operatividad de cualquier entorno laboral es necesario para ajustarse a los requisitos legales. Del mismo modo, se trata de un factor clave que favorece a la reputación positiva y a la rentabilidad de cualquier organización a largo plazo.

Los principios básicos de la acción preventiva persiguen, entre otros, combatir los riesgos en su origen, anteponer la protección colectiva a la individual, evaluar los riesgos que no se puedan evitar, sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro, así como proporcionar las debidas instrucciones a los trabajadores. La eficacia de la prevención de riesgos laborales se evalúa teniendo en cuenta su capacidad para evolucionar y adaptarse constantemente. La proactividad es muy importante, a medida que las organizaciones crecen y se van transformando. Al ser un proceso dinámico, que requiere de una mejora constante, la revisión periódica es necesaria. La tecnología se hace notar con el fin de simular los posibles riesgos y predecir de forma rigurosa sus consecuencias.

Es preciso no olvidar que los trabajadores tienen derechos como los siguientes: formación detallada sobre el plan de PRL, revisión del estado de salud en función de su puesto, medidas de protección específicas, etc. Igualmente, los trabajadores cuentan con obligaciones por cumplir, como hacer un uso adecuado de los materiales de trabajo, utilizar adecuadamente los dispositivos de seguridad o informar sobre cualquier situación que entrañe un posible riesgo, entre otros. Ahora que sabes mucho más sobre en qué consiste la prevención de riesgos laborales, pasamos a detallar dos entornos laborales relevantes en este sentido.

A pesar de que la oficina puede parecer un entorno libre de incidencias en términos de PRL, es uno de los ambientes en los que hay que desarrollar una sólida gestión preventiva. Los trabajadores de oficina pueden verse envueltos en multitud de riesgos. Estos son algunos de ellos:

– Ergonomía y postura adecuadas. Es crucial contar con mobiliario que permita evitar posibles problemas musculoesqueléticos.

– Riesgo de incendios y evacuación. Elaborar planes de evacuación claros, disponer en puntos accesibles extintores son elementos relevantes ante situaciones de emergencia.

– Condiciones de iluminación adecuadas. Una iluminación errónea puede afectar a la salud visual y al rendimiento laboral.

– Fatiga mental. El estrés es otro de los riesgos laborales. Es por ello por lo que implementar estrategias de apoyo, espacios de descanso y consolidar una cultura corporativa equilibrada se presenta como imprescindible.

– Caídas al mismo nivel. La falta de orden y limpieza puede generar tropiezos con obstáculos que provoquen accidentes.

– Larga exposición a pantallas. Para prevenir dolores de cabeza tensionales y problemas de visión a largo plazo, se han de implementar descansos frecuentes y los ajustes adecuados en las pantallas.

– Ruidos constantes. Ayudar a mitigar los efectos negativos de un ruido ambiental constante revierte directamente en la concentración y en una mejor comunicación entre los compañeros.

¡Estos son algunos de los riesgos laborales en una oficina más habituales! Existen muchos más riesgos laborales de los que podemos llegar a pensar. Aunque se desempeñe un puesto de trabajo la gran mayor parte del tiempo sentados es importante contar con un entorno laboral adecuado. ¡No lo tomes a la ligera!

La naturaleza propia del sector de la construcción presenta complejidades específicas en cuanto a PRL. Se caracteriza por encontrarse en los primeros de la lista de accidentabilidad. ¡Toma nota!

– Alturas y riesgos de caídas a distinto nivel. Es necesario emplear sistemas de protección contra caídas y proporcionar capacitación sobre la seguridad en altura. Esto hará que disminuyan los accidentes graves dada la inestabilidad de las estructuras.

– Condiciones climáticas adversas. La insolación y la deshidratación ocurren al trabajar en entornos extremos. Es preciso monitorear horarios y ajustarlos para evitar la exposición al calor o al frío.

– Cansancio acumulado y sobreesfuerzos. Las largas jornadas físicas e intensas en el ámbito de la construcción requieren de tiempos de recuperación. Es indispensable respetar y fomentar el descanso periódico para recobrar energías.

– Golpes y cortes. Al utilizar herramientas manuales, es frecuente que se den este tipo de situaciones. La maquinaria pesada introduce, además, riesgos de atrapamientos. La capacitación en su uso resulta fundamental.

– Proyección de partículas o fragmentos. Establecer unas normas de actuación y contar con protección individual, como casco o gafas de seguridad, previene lesiones principalmente en zonas expuestas como los ojos.

– Riesgos eléctricos. Es imprescindible llevar guantes de seguridad que garanticen un aislamiento correcto cuando se trabaja con instalaciones, que deben estar de acuerdo con la reglamentación vigente.

Como se observa, los riesgos laborales en la construcción son variados. ¡Las medidas de seguridad y de la salud pueden reducirlos! En esta industria es una de las mayores preocupaciones y la concienciación de los operarios de obra es el primer paso.