Técnicas de estudio con las que aumentar la eficiencia

Cuando nos enfrentamos al momento de estudiar, es frecuente que surjan miedos y pensemos que no tenemos el control total para potenciar nuestro aprendizaje. Para evitar esa sensación, existen técnicas de estudio que nos ayudan sustancialmente a procesar la información de forma eficiente y a comprender mejor el contenido de las asignaturas.

Si las integras en tu rutina, conseguirás automatizar lo máximo posible el proceso de estudiar. ¡Date la oportunidad de probar, tómate tu tiempo! Identifica en este post cuáles son las mejores para ti.

·1. Técnica Pomodoro para gestionar tus descansos

Con este método de estudio serás capaz de administrar el tiempo que dedicas a cada tarea, controlarás las distracciones y aumentarás la productividad. Con la técnica Pomodoro podrás concentrarte y te ayudará a no divagar. Para ponerla en práctica necesitarás utilizar un temporizador con el que dividir el trabajo en bloques de tiempo de 25 minutos, que reciben el nombre de “pomodoro”. Entre “pomodoro” y “pomodoro” podrás tomar un descanso de 5 minutos con el que recuperar fuerzas. Cuando hayas completado cuatro “pomodoros”, el descanso será más amplio. Así, pasarás a desconectar de esas tareas durante 20-30 minutos. La dinámica que deberías seguir en esta técnica de estudio es la siguiente, puedes desarrollarla con tu propio cronómetro o descargar una aplicación que te ayude:

1. Determina cuáles son las tareas prioritarias. ¡Haz una lista!
2. Marca un “pomodoro” en tu temporizador. ¡Serán 25 minutos de total concentración!
3. Descansa 5 minutos. ¡Airea la mente!
4. Marca las progresiones en las tareas.
5. Cada 4 “pomodoros” tendrás un descanso de 20-30 minutos.

·2. Esquemas y flashcards: métodos para asimilar contenidos

Estos dos métodos de estudio ponen el foco en la creación de relaciones entre conceptos y temas. Por un lado, los esquemas sirven para representar gráficamente jerarquías entre palabras con conectores lineales. Puedes usar elementos como flechas, llaves, números y letras, entre otros, con el propósito de organizar todos los contenidos. Es fundamental categorizar previamente los epígrafes de forma correcta.
Por otro lado, el uso de flashcards o tarjetas de estudio es una técnica que consiste en sintetizar el contenido en una serie de tarjetas. Este método de autoevaluación se basa en anotar detalles en las dos caras, las opciones son diversas. Por ejemplo, en el anverso puedes escribir un término y en el reverso su definición; también, puedes formular una pregunta en una cara y en la otra incluir su respuesta.
Estas dos técnicas de estudio pueden desarrollarse en el tradicional formato papel y también en digital. Puedes crear tus propios esquemas y flashcards con tu estilo, pero si quieres simular estas herramientas rápidamente te recomendamos que revises aplicaciones que pueden agilizar tu trabajo.

·3. Usa reglas mnemotécnicas y no olvides nada

Este sistema de herramientas de estudio ayuda a memorizar un gran conjunto de datos. En este método de estudio es clave la repetición, sin dejar de lado la comprensión de la materia de la asignatura. Esto es, una regla mnemotécnica es el complemento esencial para poder recordar sin relativo esfuerzo detalles específicos. A continuación, compartimos las tres más utilizadas para que puedas adaptarlas a tus requerimientos:

Técnica de las iniciales

Construye una palabra con la inicial de conceptos asociados.

Técnica del relato

Dale forma a una historia breve con palabras clave que tengas que memorizar.

Técnica de la rima

Haz el ejercicio de crear rimas con términos relacionados, de forma sonora relacionarás conceptos complejos.

Elabora un listado con todas las reglas mnemotécnicas que hayas creado, según los diferentes apartados de los temas.

Inclúyelas también cerca de los párrafos del contenido para asociar los conceptos visualmente. Ten presente la importancia de la práctica, cuantas más asociaciones diversas vayas elaborando, tu técnica contará con una mayor eficiencia.

¿Has probado alguna vez recitar un tema en voz alta y grabarlo? Esta técnica de estudio ayuda a retener el contenido gracias a la memoria auditiva. Utiliza tu smartphone para grabar el temario, te recomendamos hacerlo por bloques cortos. Intenta no caer en la monotonía y proporcionale viveza a la entonación, puedes gesticular mientras te grabas o imaginar que estás siendo el docente que explica en clase.
Además, este método de estudio es una forma de garantizar que entiendes las lecturas de los contenidos. Escuchar nuestra propia voz es esencial para afianzar los conceptos en los que previamente has trabajado. Con las grabaciones podrás aprovechar más el tiempo y escuchar los temas de las asignaturas en momentos como pueden ser los desplazamientos de casa al trabajo o al centro educativo.

Para superar de forma satisfactoria los cursos de formación, se requiere de una cierta capacidad de organización de las tareas. Cada asignatura puede contener diversos proyectos, entregas, prácticas, establecer contacto con profesores, con otros alumnos… La lista de tareas puede ser amplia y es de extremada utilidad contar con un calendario en el que apuntar todo. 
Esta técnica de estudio persigue hacerte dominar tu tiempo distribuyéndolo en función de las actividades previstas. Para elaborar tu calendario debes tener en cuenta el tiempo real del que dispones para cada una de las tareas, y también su correspondiente dificultad. Apúntalo todo en listas para no olvidarte de nada, ¡es muy satisfactorio ver cómo se van completando! Puedes organizar tu planificación con una agenda virtual o con una física. Elige el método con el que te sientas más cómodo.
En este sentido, este método es esencial para los alumnos de Grados Superiores que quieran acceder a la universidad. Con el uso de calendarios crearán el hábito de reflejar todas las actividades por realizar y se coordinarán con agilidad con diferentes grupos de personas.

Recuerda que las técnicas de estudio forman parte de un proceso que va perfeccionándose con el tiempo y está en continua evolución. Es primordial mantener el nivel de motivación alto y tener confianza, así como no perder de vista los objetivos que persigues al cursar titulación. Igualmente, ten siempre presente que la constancia es la llave que abre la puerta a la comprensión de la materia y a triunfar en el examen.