Cloud Computing, ¿qué es y cómo funciona?

El término ‘cloud computing’ o ‘computación en la nube’ se refiere a la ejecución de acciones en entornos virtuales, también conocidos como ‘nube’. Estos servicios de software son accesibles de forma remota a través de internet, lo que evita que se tengan que instalar programas en dispositivos. Pueden ser de distintos, desde públicas hasta privadas o híbridas, y eliminan la necesidad del uso de infraestructura local. El cloud computing facilita la flexibilidad y escalabilidad al utilizar recursos informáticos.

La nube ofrece una amplia gama de servicios. Esto significa que casi todos los recursos informáticos pueden ser utilizados a través de internet, adaptándose a las necesidades de cualquier usuario o empresa. ¿Netflix, Spotify, Google Drive? Ver una película en la primera plataforma, escuchar tu lista de reproducción favorita o editar cualquier documento de Google en versión online son tres de los ejemplos más populares que reflejan que el cloud computing está a la orden del día. ¡Como mínimo, solo necesitas usar un navegador y conexión a la red!

La rapidez en la ejecución de procesos facilita un mayor nivel de adaptación a las necesidades cambiantes de los usuarios. Como consecuencia, el cloud computing impulsa la innovación y colaboración de los equipos. Todo esto sucede en un entorno seguro, protegiendo la información debidamente ante ciberamenazas externas e internas. ¡Más adelante, aclararemos con más detalle las principales ventajas!

La puesta en marcha y uso del cloud computing requiere una combinación de software y hardware. Así, utiliza una red de servidores remotos ubicados en distintas partes del mundo para almacenar y gestionar datos. Dichos servidores están interconectados a través de internet y le dan forma al concepto de la nube, del que hablábamos antes. Ahora bien, ¿qué hace el usuario en este proceso? Accede al servicio en la nube conectándose a esos servidores, que le permitirán realizar distintas operaciones.

Este proceso se divide en dos partes principales, ¿sabrías decir cuáles son? Por un lado, el front end se centra en la interfaz con la que el usuario interactúa con los servicios en la nube; se encuentra así en el ordenador o la red de ordenadores del usuario y el programa que utiliza para entrar a la nube. Por otro lado, el back end orienta su actividad a los servidores y sistemas de almacenamiento, todos gestionados por un servidor central que coordina las operaciones. Si quieres comenzar tu formación en esta área con un crecimiento constante al alza, la FP en Administración de Sistemas Informáticos en Red o la FP en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma son dos opciones muy demandadas. ¡Nuestros asesores académicos te guiarán en todo el proceso!

¡Seguimos profundizando! Según el nivel de propiedad, se diferencian tres tipos principales de cloud computing. Elegir uno u otro dependerá de factores, como puede ser la disponibilidad de ciertos recursos técnicos o el rendimiento esperado. Así, encontramos servicios públicos, que ofrecen acceso gratuito a almacenamiento; mientras tanto, encontramos los entornos privados, que proporcionan un mayor control y personalización. Los híbridos, por su parte, combinan características de los dos anteriores.

A pesar de que el cloud computing tiene su origen décadas atrás, la tecnología no para de reinventarse y el presente es imposible entenderlo sin la nube. Todos los sistemas modernos se conectan a internet y la nube facilita mejorar sus procesos, aumentar su flexibilidad y la movilidad de sus servicios.

El cloud computing permite un despliegue de recursos que puede reducir significativamente la infraestructura física. Esto facilita la adaptación rápida a las demandas del mercado y a los cambios en el sector. De igual modo, existe un creciente amplio conjunto de proveedores y servicios en la nube disponible, que ofrece soluciones a medida para satisfacer las necesidades concretas de los clientes. Mantener actualizado este funcionamiento, de acuerdo con la última tecnología, beneficia a los usuarios finales. Además, alojar información encriptada en la nube, el uso de procesos de autenticación, así como la automatización de copias de seguridad son medidas que minimizan los riesgos asociados. El objetivo que se persigue es garantizar la integridad, pérdidas de datos debido a fallos de hardware, errores humanos, ataques maliciosos…

Mantenerse competitivo en el contexto digital, da libertad a los usuarios. Los desvincula de limitaciones físicas, accediendo desde cualquier lugar y en cualquier momento, sin comprometer la estabilidad de las distintas operaciones en diferentes dispositivos. ¡Así, se impulsa la conexión entre las personas, lo que favorece el trabajo en equipo!