Teleasistencia, ¿qué es y qué tipos tiene?

La tecnología permite brindar atención individualizada en infinidad de circunstancias. Existen sectores concretos de la población que pueden aprovechar estas ventajas que ofrece la tecnología para aumentar la calidad de su rutina. En este sentido, la teleasistencia se presenta como un servicio remoto con el que cubrir las necesidades de las personas más vulnerables con autonomía limitada. Este tipo de asistencia, disponible 24/7 los 365 días del año, permite proteger a usuarios dependientes.

Habitualmente, este servicio está orientado a distintos colectivos, entre los que destacan las personas mayores, aquellas que sufren alguna discapacidad y las que presentan un grado de dependencia. Igualmente, su uso puede estar destinado a enfermos crónicos, a niños y al embarazo. Se trata de una solución a medida con la que mantener la independencia del día a día. De este modo, sabiendo que se cuenta con una atención inmediata en caso de necesidad, se disfruta de un extra de tranquilidad.

Para garantizar un servicio de calidad, es imprescindible que los expertos que prestan estos servicios cuenten con formación especializada. Con el Grado Medio en Emergencias Sanitarias o el Grado Medio en Atención Personas en Situación de Dependencia adquirirás la cualificación necesaria para convertirte en un profesional esencial aplicando las nuevas tendencias en innovación tecnológica y organizativa.

Vivir con la incertidumbre de sufrir algún problema comprometido y no tener un apoyo es uno de los pensamientos más comunes de ciertos colectivos vulnerables. Avisar a los servicios de emergencia o a los familiares de la forma más tradicional, en circunstancias críticas, puede ser una barrera que dificulte la atención que necesitan. Contar con un acompañamiento profesional permanente, a través del contacto directo con un equipo multidisciplinar, facilita la atención ante cualquier tipo de acontecimiento inesperado. La teleasistencia es un servicio para sus usuarios directos, pero también lo es para su entorno más cercano, como puede ser la familia.

El servicio de teleasistencia consiste en la instalación de un dispositivo al que tiene acceso el usuario con el objetivo de establecer una comunicación inmediata. El pulsador, frecuentemente en forma de colgante o pulsera, no obstaculiza el movimiento sin importar la actividad que se esté desarrollando. De esta forma, se puede detectar y avisar en el acto en caso de caídas, incendios, escapes de gas, etc. Cuando se activa la actuación, el personal especializado en teleasistencia se encarga de la atención, teniendo en cuenta la circunstancia dada y alerta a los efectivos de emergencias o a los contactos más cercanos, dependiendo de lo ocurrido.

Entre los servicios más comunes de teleasistencia destaca también la entrega de medicamentos a domicilio, custodia de llaves, llamadas que fomenten un estilo de vida saludable, apoyo a las personas cuidadoras… Cada tipo de sistema de teleasistencia es diferente, pero en todos ellos se persigue proporcionar una respuesta personalizada e inmediata, así como mitigar la soledad de sus usuarios.

La independencia que proporciona la teleasistencia marca la diferencia en la forma de vivir. Utilizando este tipo de servicios se puede evitar el traslado a una residencia de ancianos, por ejemplo, lo que suele llegar a aumentar el nivel de bienestar. Cada situación tiene un mundo de detalles concretos y es esa adaptación individualizada la que hace que los usuarios consigan mejorar significativamente la calidad de vida. Entre las razones principales por las que contar con el servicio de teleasistencia, destacamos:

• – Asistencia inmediata. La rapidez en la actuación es clave en la teleasistencia. Los dispositivos proporcionan la prevención temprana de posibles complicaciones y, consecuentemente, una rápida actuación, reduciendo el impacto de posibles emergencias.
• – Protección ininterrumpida. Este servicio realiza un seguimiento constante con el que se consigue ofrecer apoyo en caso de situaciones de soledad o ansiedad, así como de urgencia.
• – Fomento de la autonomía de los usuarios. Mantener la capacidad de afrontar y tomar decisiones, contando con un apoyo, es elemental para incrementar la satisfacción personal.
• – Reducción de hospitalizaciones. El uso de servicios de teleasistencia disminuye el número de desplazamientos al hospital, lo que también revierte en una reducción del colapso en los sistemas sanitarios e ingresos evitables, entre otros.
• – Disminuye la brecha digital. Las soluciones tecnológicas hacen, en concreto, que las personas se encuentren cómodas en sus hogares de forma segura. De esta forma, se puede empezar a romper la barrera digital, que aporta numerosas ventajas para su actividad.
• – Tranquilidad para el entorno familiar. A través del aviso a los familiares o personas de contacto elegidas, se brindan también soluciones en situaciones de emergencia. Esto influye directamente en la tranquilidad del entorno del usuario.

Las modalidades de teleasistencia se ajustan a los requerimientos de sus usuarios. Con el objetivo de que cada uno de ellos tenga acceso a la mejor respuesta, se disponen las siguientes alternativas:

·Según tipo de asistencia

Existen diferentes tipos de demandas a las que tienen acceso los usuarios de servicios de teleasistencia. En esta clasificación destacan las referentes a situaciones de emergencia en las que se necesita una atención inmediata. También, resalta el servicio de telemedicina por el cual se recibe orientación ante cualquier duda médica que pueda surgir. Detectar incendios o posibles fugas de gas, se realiza a través de la seguridad técnica. Igualmente, la geolocalización, el establecimiento de recordatorios y la gestión de distintos canales de comunicación son otros de los servicios más comunes.

·Según tipo de accionamiento

A este respecto encontramos tres categorías. Los sistemas pasivos controlan la actividad de los usuarios mediante el uso de sensores que se ocupan de dar el aviso cuando una persona mantiene de forma prolongada una falta de movimiento, por ejemplo. Los sistemas activos se ponen en marcha pulsando el avisador de emergencia con el objetivo de recibir atención por parte del personal experto. En los sistemas semiactivos el equipo multidisciplinar de teleasistencia contacta de forma proactiva con los usuarios (recordatorios, seguimientos de estado de salud, etc.) y se combina con los sistemas activos.

·Según tipo de respuesta

Cuando al centro de atención le llega el aviso de una llamada y se encarga de contactar con emergencias o con los familiares se trata de un tipo de respuesta sin unidad móvil. La opción de que una unidad móvil intervenga permite resolver incidencias que tienen un matiz de urgencia alto. Este es otro servicio que se puede incluir en las soluciones de teleasistencia, teniendo en cuenta la entrega previa de llaves, con el objetivo de que se pueda acceder con rapidez al domicilio, en caso de necesidad.