¿Cómo estudiar para un examen tipo test? Claves y consejos

¿A, B o C? ¡Reflexiona antes de contestar! El primer consejo que te damos para enfrentarte a tu próximo examen tipo test es que evites apoyarte en el azar. Esta popular herramienta para evaluar los conocimientos de los alumnos destaca por su objetividad y por centrarse en la precisión. Prepararse para una prueba así supone un entrenamiento diferente en comparación con un instrumento de evaluación más tradicional. ¡En este artículo contarás con recomendaciones para saber cómo estudiar para un examen tipo test!

La penalización por respuestas incorrectas es muy común, restando puntos del total. Esta es una de las principales diferencias frente a una prueba de desarrollo. La posibilidad de perder puntos implica que “adivinar” la respuesta puede ser arriesgado y potencialmente perjudicial para la calificación final. Igualmente, estas pruebas se prestan, por su naturaleza, a incluir preguntas ambiguas o que contengan “trampas”, con el objetivo de que los estudiantes reflexionen de un modo diferente a los exámenes de respuesta libre. Por ello, es necesario desarrollar habilidades de reconocimiento de información, para que seas capaz de identificar la respuesta correcta. Combinando un proceso de memorización y comprensión profunda del temario, superarás un examen tipo test interiorizando los contenidos necesarios.

No obstante, es imprescindible identificar los distractores (opciones incorrectas), que están diseñados para parecer verosímiles y desorientar a los alumnos. Además, es necesario enfocarse en detalles muy específicos, lo que se presenta como una gran diferencia con respecto a las pruebas de respuesta libre. En los exámenes tipo test, no se permite determinar un grado de conocimiento sobre una pregunta concreta, la respuesta ha de ser exacta.

Como hemos visto, estos exámenes suelen basarse principalmente en el reconocimiento de la respuesta correcta entre varias opciones. Es por ello por lo que hay que asimilar información de tal forma que, como un resorte, aparezca en la mente. En esta automatización no hay que perder de vista el razonamiento rápido, ya que el tiempo es un factor limitante en estas pruebas, que incluyen un elevado número de preguntas en comparación con los exámenes más tradicionales. ¿Tienes dudas sobre cómo estudiar para un examen tipo test? ¡Te orientamos para que te sientas preparado!

·Organiza tu material de estudio

Dedica regularmente tiempo a revisar y a practicar, sin provocar agotamiento mental. Establece metas claras y alcanzables. Tu persistencia y adaptabilidad es esencial para ajustar los resultados, según tus fortalezas y áreas de mejora que identifiques. Ordena tu material de estudio clasificándolo de tal forma que sea fácil de identificar tus avances.

·Establece una rutina de estudio consistente

Comienza con sesiones de estudio intentando abarcar el mayor número de temas posibles. Prioriza la lectura superficial y la repetición en las primeras jornadas; a continuación, con una visión más consciente, antepón el temario que tiene más relevancia y profundiza en él. ¡No dejes ningún tema fuera, en los detalles está la clave para avanzar!

·Enfócate en un aprendizaje activo

Elabora resúmenes y esquemas proactivamente. No memorices respuestas específicas, concéntrate en comprender los conceptos, en saber cómo ubicarlos en tu temario y en relacionarlos entre sí. Pon la mirada en los contenidos que tienen clasificaciones, imagínate que tú eres el profesor y piensa qué preguntas podría plantear a los alumnos. Esta es una de las técnicas de estudio para examen tipo test, que te ayudará a fijar el contenido y a visualizarte en la fecha del examen.

·Practica tu capacidad de deducción

Es muy habitual que entre las preguntas de este tipo de pruebas se incluyan algunas que requieren deducir información que no se proporciona directamente en los contenidos. Para desarrollar la capacidad de inferencia te recomendamos que utilices ejemplos y casos prácticos que conecten con los contenidos en diferentes contextos. Practicar  en una segunda fase de estudio este tipo de estrategias te ayudará a  estudiar para tu examen tipo test.

·Mejora tus habilidades de gestión del tiempo

¡Esto es primordial! Cronometra tu rendimiento y ajusta tus tiempos. Dale prioridad a las preguntas que consideres más sencillas, así asegurarás su respuesta. Si una te genera dudas, marcamos la respuesta que creemos que es o la que descartaríamos y la dejamos pendiente para la siguiente vuelta. Las que tenemos claro que no conocemos la contestación, las identificamos como tal. ¡Ten tu propia codificación para distinguir el borrador de tus respuestas! Recuerda reservar un tiempo para revisarlas antes de entregar el examen.

·Mantén la calma durante el examen

Céntrate en cada pregunta individualmente, cuando estés en una concreta, no pienses en la siguiente. Mantén claridad mental, no te limites a elegir la primera opción que pienses que es correcta, analiza y demuestra tu comprensión. Confía en tu preparación con actitud positiva. De este modo, tu concentración aumentará y serás capaz de recuperar el conocimiento adquirido previamente. ¡La respiración profunda junto a afirmaciones motivadoras marcan la diferencia!

¿Cómo estudiar para un examen tipo test? La preparación previa ante un examen tipo test tiene sus trampas y sus correspondientes trucos. Evitar los siguientes errores más comunes puede determinar tu aprobado. ¡Toma nota!

·No practicar con ejemplos reales

Simula las condiciones reales del examen en casa. Introduce en tus dinámicas de estudio momentos en los que te enfrentes a preguntas similares a las que esperas encontrar. ¡Familiarízate con el estilo y la estructura de las preguntas! De tal forma, minimizarás leer por primera vez un planteamiento con el que no estés habituado, lo que puede llevar a respuestas apresuradas y erróneas. Además, no olvides leer cuidadosamente las instrucciones de la prueba antes de comenzar. Aunque parezca evidente, recordar todos los detalles previos es imprescindible para superar con éxito un examen tipo test.

·Estudiar de forma aislada

Estudia, pruébate constantemente e interactúa. ¿Tienes una duda con alguna pregunta con la que estés ensayando? Consulta con tu profesor, puede que no te proporcione la respuesta directamente, pero te ayudará a que comprendas mejor ese aspecto del temario. Si no resuelves tus dudas, acudirás a la prueba con un mayor grado de inseguridad.

·Omitir los temas aparentemente menos importantes

En los exámenes tipo test no es conveniente obviar ningún tema de estudio. Es decir, los que pueden considerarse como menos probables pueden esconder preguntas con las que tomar el pulso del nivel global de los alumnos. El foco principal debe encontrarse en los temas más importantes, pero sin dejar de repasar el conjunto total.

·Ignorar el uso de estrategias de eliminación

Cuando hay opciones múltiples de respuesta en una prueba, verdadero o falso, A, B o C, es interesante realizar el planteamiento inverso. Esto es, descartar las respuestas que no consideramos como opción correcta. Precisamente, se trata de una forma de acercarse a la contestación acertada. Así garantizas que has valorado todas las opciones, ahorras tiempo y aumenta la probabilidad de que selecciones la respuesta adecuada.

·Obviar el uso de técnicas de autoevaluación

La lectura repetitiva, junto con la elaboración de esquemas y resúmenes, es fundamental para estudiar para un examen tipo test. Sin embargo, es también importante incorporar la autoevaluación como otra de las técnicas de estudio para este tipo de exámenes. ¡Crea tus propios tests online! Elabóralos para un tema concreto o para toda la asignatura, así sabrás cuáles son los puntos en los que necesitas reforzar tu aprendizaje activo. También, puedes autoevaluar tu conocimiento a través de flashcards y exámenes de cursos académicos anteriores.

·No estimar tu nota durante la realización del examen tipo test

¡Conoce perfectamente el sistema de puntuación de tu examen! Lleva un conteo de las preguntas que crees que has respondido correctamente, las que dudas, las que crees que podrían ser incorrectas y las que dejas en blanco. Si has dejado muchas preguntas sin responder por temor a cometer errores, adapta tu estrategia para incrementar tu nota. Suma todas las respuestas correctas y, si hay penalización, resta la fracción de las incorrectas, según las condiciones establecidas en la evaluación de la materia. Es importante que sepas cómo hacer una estimación global para que tomes decisiones en el mismo momento, arriesgando o teniendo una actitud más conservadora. ¡Esta recomendación puede marcar la fina línea entre el suspenso y el aprobado!