La necesidad de proteger el medio ambiente eleva la demanda de perfiles especializados

Si hablásemos de profesionales necesarios y bien retribuidos casi con total seguridad pensaríamos en los médicos. Pero hay otra área que cada vez coge más impulso en el ámbito empresarial y que reclama con urgencia expertos con conocimientos muy específicos. Hablamos de la sostenibilidad, y no precisamente de la demanda de titulados universitarios.

El informe Cómo impulsar la Formación Profesional en España: recomendaciones sobre la base de los modelos alemán y austriaco, estima que, a partir de 2025, la mitad de las oportunidades de empleo estarán reservadas a personas con cualificación intermedia. Y en un contexto de cambio climático, en el que urgen las acciones para paliar sus efectos y evitar la degradación del medio ambiente, las necesidades relacionadas con nuevas fuentes de energía, construcción sostenible o movilidad ecológica avanzan a pasos agigantados.

Esto ha creado una demanda de profesionales especializados que está dando alas a una Formación Profesional concreta, adaptada en tiempo y que faculta a sus estudiantes exactamente en lo que las empresas requieren. De hecho, una encuesta del Banco de España a las empresas sobre la evolución de su actividad correspondiente al tercer trimestre de 2023 reveló que el 39% de las compañías tiene dificultades para encontrar a estos trabajadores cualificados.

En materia energética, “van a ser necesarios profesionales que sean capaces de realizar proyectos e instalaciones para producir energía limpia: el sol y el viento ya están aquí, y no son las únicas fuentes verdes”, concreta Montse Ballarín, directora general de la Escola Virolai. Este centro es uno de los pocos que ya nutre la demanda de este tipo de especialistas con su Ciclo Formativo de Grado Superior de Energías Renovables. “El futuro laboral de las personas con conocimientos para trabajar en estos contextos es prometedor”, augura.

Y es que los resultados del Estudio de Inserción Laboral de las enseñanzas profesionales, basado en datos de 2023 y publicado por el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, señalan que la inserción en la tipología de energía y agua es del 79%. Aquí se encuadran tanto el Grado Superior de Energías Renovables como el Grado Medio de Instalación y Mantenimiento, detallan desde la Escola Virolai. Ambos están orientados a formar en los sectores emergentes de energías y medio ambiente. Esta área, según el citado estudio, se sitúa muy por encima de la segunda titulación de FP con más éxito, que es la de enseñanzas deportivas.

Con una duración de 2.000 horas de formación distribuidas en dos cursos, este ciclo superior abre la puerta a una larga lista de puestos de trabajo a la espera de ser cubiertos por perfiles preparados para desempeñarlos. Entre ellos, técnicos de gestión de operación y mantenimiento en instalaciones eólicas, responsable de montaje de parques eólicos o especialistas en su mantenimiento, responsables de montaje o especialistas montadores de aerogeneradores, promotores de instalaciones solares y proyectistas de instalaciones solares fotovoltaicas, así como responsables de explotación y mantenimiento de pequeñas centrales solares fotovoltaicas o encargados de montaje de subestaciones.

Pero hay otros grados de FP en este ámbito con muy buenas perspectivas. “Si tenemos en cuenta que la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para las organizaciones, la especialización en estos ámbitos dentro de la FP evolucionará en consecuencia”, refrenda Miguel Sieteiglesias, director de Operaciones del Instituto Superior de FP Universae. Este centro imparte el grado de Técnico Superior en Proyectos de Edificación y el de Técnico en Automoción. La fabricación de vehículos más sostenibles crece exponencialmente, y correlativamente lo hace la demanda de mecánicos especialistas. También es primordial el uso optimizado de recursos energéticos y la disminución del consumo en las viviendas, oficinas y fábricas. En ambos casos, se ofrecen respuestas a esas necesidades con asignaturas como eficiencia energética en edificación o formación en vehículos eléctricos, y en sistemas avanzados de asistencia a la conducción.

Hasta ahora, la sostenibilidad se ha colado de forma trasversal en los planes de estudios. “Las materias vinculadas a ella dependen mucho de la titulación; hay algunas donde tiene más peso”, explica Sieteiglesias. Pero está empezando a coger entidad por sí misma, “fruto de la importancia que tiene para la sociedad y las empresas”, según añade, y por ello “la FP debe integrarla como un tema clave para formar a los estudiantes ante los retos del trabajo actual y futuro”.

Así lo ven también en Flimbort, un centro de FP surgido en el seno de los colegios El Valle. Con la entrada en vigor de la nueva Ley de FP, que el año que viene la convertirá en dual, “uno de los cambios va a ser la incorporación de un módulo trasversal denominado sostenibilidad aplicada al sistema productivo, que ofrece una visión de cómo las prácticas empresariales pueden integrarse con el medio ambiente y la sociedad”, dice su director, Juan Manuel Morenas. En dicho módulo se desarrollarán los contenidos de introducción a la sostenibilidad, los retos ambientales, sociales y de gobernanza, la economía circular, la protección de los ecosistemas y la salud, y la actividad profesional sostenible.

Respecto a la retribución de estos perfiles técnicos, en general, se trata de puestos bien retribuidos, especialmente en relación con su tiempo de formación. “Los salarios para estos profesionales cualificados son muy altos porque hay mucha más demanda que oferta”, reconoce Ballarín. Incluso los jóvenes sin experiencia profesional “pueden tener su primer contrato remunerado con salarios de alrededor de 25.000 euros. Y ese sueldo mejora rápidamente para retener el talento en la empresa”, remarca.