Pasaportes hacia el éxito laboral

Diferenciarse de otros candidatos para acceder a mejoras en la carrera profesional sigue siendo una máxima válida y tener un máster aún sigue inclinando la balanza hacia un candidato en detrimento de otros en los procesos de selección. Sólo el 1,6% de las ofertas de empleo publicadas en España pide estudios específicos de posgrado. La cifra es discreta y, aunque la especialización no sea obligatoria, contar con ella mejora la tasa de empleo, pues actualmente alcanza el 87,3% para los españoles titulados con estudios de posgrado.

“Quienes completan su formación con un máster consiguen trabajo en su campo en un periodo de tiempo relativamente corto tras graduarse”, destaca David Agustí, senior manager en LHH Recruitment Solutions, firma perteneciente al Grupo Adecco.

La convicción de que la formación de posgrado abre posibilidades en el mercado de trabajo acerca a diversos perfiles a estos estudios.

En el caso de los jóvenes, funciona normalmente como un trampolín hacia la primera oportunidad laboral, pues se confía en que estos títulos actúen como elementos diferenciadores en la decisión de los reclutadores.

Los perfiles con experiencia, sin embargo, buscan en los posgrados una vía para garantizar su empleabilidad y, sobre todo, facilitar una mejora de su categoría profesional.

No es de extrañar, por todo ello, que durante los últimos años se haya lanzado una amplia batería de nuevos títulos para revalorizar los estudios cursados, al tiempo que se buscan especializaciones sumamente concretas para cada sector profesional.

La oferta es elevada, por lo que escoger una opción u otra dependerá de múltiples factores. “Se debe analizar el valor que el mercado da a ese título y los beneficios que supone, tanto en conocimientos como en oportunidades laborales”, aconseja Agustí.

¿Máster oficial? ¿Título propio? ¿Experto o especialista universitario? Quienes deciden especializarse suelen plantearse estas preguntas, ya que no todas las opciones son igual de interesantes para cada caso. La carga lectiva, el precio y la orientación profesional son los principales elementos que diferencian las opciones en formación de posgrado existentes.

De modo general, en los másteres hay que diferenciar entre los oficiales y los títulos propios. Los primeros están avalados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) o los órganos de evaluación de las comunidades autónomas, homologados a nivel europeo y dan acceso a estudios de doc- Auditoría, calidad y medio ambiente, en el ‘top’ torado. Sin embargo, los títulos propios o títulos privados están diseñados e impartidos por una universidad o escuela de negocios y carecen de reconocimiento estatal y europeo.

Aunque máster y especialización parezcan sinónimos, no son estas titulaciones las únicas opciones existentes. También se puede apostar por títulos de experto universitario y de especialista universitario. Para los primeros hace falta un título de grado y ejercer en el sector escogido. Es una formación que no dura más de un año y no precisa de un trabajo final para obtener el título. Similar es la certificación de especialista universitario, pero con la principal diferencia de que su carga lectiva es mayor.

En el amplio universo formativo existen, también, módulos de microaprendizaje, “que han tenido un papel secundario debido a la dificultad de obtener acreditaciones oficiales reconocidas y valoradas del mismo modo que los estudios de posgrado, a pesar de ser opciones que garantizan la máxima actualización de los contenidos”, explica Pere Pérez, consejero delegado de la plataforma de desarrollo profesional Metacampus.

Conocedores del interés de muchos perfiles por seguir especializándose para mejorar su empleabilidad, los centros formativos han inaugurado este curso cargados de novedades.

En el ámbito jurídico, desde Sagardoy B&L School explican que, al lanzar sus programas, buscan ayudar a impulsar la carrera profesional tanto de recién graduados como de profesionales con una experiencia sólida. Por todo ello, este centro ha arrancado el curso con tres programas junto a la Universidad Nebrija, cinco másteres executive: Dirección de RR HH, Avanzado en Relaciones Laborales, Desarrollo de Consejeras y Consejeros, Retribución del capital humano, y Fiscalidad (este último, junto a la consultora EY). Además, Sagardoy B&L School ha convocado la segunda edición de la certificación Experto en Experiencia de Empleado con la consultora Lukkap, además de la Certificación en Sostenibilidad Corporativa y la de Bienestar Organizacional 360º.

Pero si hay un campo que destaca por el interés que despierta entre los existente, es el tecnológico. Aquí, las posiciones de especialista en inteligencia artificial o experto en aprendizaje automático son algunas de las profesiones emergentes con mayor proyección de crecimiento para los próximos cinco años. A ellas se suman otras como analista de seguridad de información o de inteligencia comercial, ingeniero fintech, analista y científico de datos, ingeniero en robótica o en electrotecnología y especialista en transformación digital.

“Las empresas están demandando perfiles muy concretos para cubrir sus nuevas necesidades tecnológicas”, explica Daniel Riera, director de los Estudios de Informática y Telecomunicación de la UOC. Y aquí, los centros formativos tienen una importante misión. Sobre todo, teniendo en cuenta que algunos análisis apuntan a que “en 2025 habrá más de 300.000 puestos de trabajo en España sin cubrir por falta de cualificación tecnológica”.

Ya en la actualidad nos estamos enfrentando a este desafío. El informe Adecco Perfiles, publicado a principios de año, señala que el 53% de los directores de personal admite dificultades para encontrar profesionales cualificados y formados en especialidades específicas en determinados sectores.

Con el objetivo de dar respuesta a las imperiosas necesidades del nuevo mundo, la oferta académica se está adaptando. Ya hay grados que son especializados, por ejemplo, en inteligencia artificial, bioinformática, programación de videojuegos… Y cada vez se suman más opciones de títulos de posgrado. “Como escuela de negocios, tenemos que ofrecer a las empresas lo que están demandando”, apunta Francisco Egaña, director de Admisiones y Desarrollo de ESCP Business School, donde se imparten másteres especializados como el de “márketing digital, digital project management & consulting, hospitality & tourism management o real estate”. La tecnología se ha especializado tanto por sectores que es mejor actualizar los contenidos de forma segmentada: “Real estate no tiene las mismas necesidades que turismo”, asegura.

Entre las posibilidades de titulación especializada existentes, cada vez es más frecuente ver temas de robótica, inteligencia artificial, Internet de las Cosas, big data, ciberseguridad, blockchain o cloud computing. Un ejemplo muy concreto está en el campo de los desarrolladores de aplicaciones multiplataforma. En España, la demanda de programadores de aplicaciones móviles ha experimentado un gran aumento, multiplicándose por 17 en tan sólo cinco años, según un informe elaborado por Infojobs.

En respuesta a esta demanda, “en UNIVERSAE hemos incorporado tres áreas de especialización al Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW): Front End, Back End y Full Stack”, explica Miguel Sieteiglesias, director de Operaciones de esta plataforma educativa especializada en formación profesional a distancia.

Quienes optan por opciones de este ámbito saben que en España se calculan unas 40.000 vacantes en puestos relacionados con el desarrollo de software y aplicaciones y, en consecuencia, buscan su oportunidad. No cabe duda, y así lo confirmaba recientemente el Foro Económico Mundial: el sector de la tecnología es y será uno de los mayores dinamizadores de empleo durante los próximos años.

Por eso, tanto las universidades como las escuelas de negocios están apostando por introducir grados y títulos especializados acorde con las nuevas necesidades, sin olvidarse de “incluir la tecnología a través de cursos trasversales en todos los programas”, remarca Egaña. En el mismo sentido, Riera apunta la importancia de “ir introduciendo la tecnología en todos los títulos de cualquier ámbito” y al mayor ritmo posible. Al fin y al cabo, añade, “se está impregnando en la sociedad, en la vida y en nuestras rutinas del día a día”.

En el sector audiovisual, el boom de las plataformas está dinamizando la búsqueda de expertos. En concreto, de “creadores de contenido, edición, guiones, escenografía, producción audiovisual, efectos especiales, management y esports”, tal como señala Mercedes Agüero, decana de la escuela de entretenimiento The Core School.

Cursar estudios de posgrado no es un requisito obligatorio para optar a un puesto de trabajo en España, pero estos títulos actúan como un gran potenciador de la empleabilidad. Así lo muestra el último informe al respecto de LHH Recruitment Solutions, firma perteneciente al Grupo Adecco. Por sectores, destaca el de la auditoría como el área que demanda más candidatos con formación de posgrado en las ofertas de empleo (16,2%). Calidad y medio ambiente ocupan la segunda posición (8,6%), seguidas de vigilancia y seguridad (7,5%). Por su parte, los sectores de multimedia (5,7%) y relaciones públicas (5,5%) son los ámbitos profesionales con subidas más importantes en la demanda de formación especializada.

Además, desde Adecco señalan que estas dos últimas áreas pisan con fuerza, pese a que hace apenas tres años no aparecían entre los sectores con más demanda de perfiles de posgrado. En cuanto a la categoría profesional, la de mandos aglutina el 9,5% de las ofertas que piden candidatos con este tipo de formación. Al observar las ofertas de empleo para puestos de responsabilidad se ve que las dirigidas a directores de Inversiones, Prevención de Riesgos Laborales, Márketing y Proyectos acumulan la mayor demanda de formación de posgrado como uno de los requisitos. A su vez, en perfiles técnicos se solicitan posgrados para ser guionista, profesor de alemán, docente del área de talento y ‘program assistant’.